Una de las pocas cosas buenas que nos ha traído la pandemia es este combo germano-francés afincado en Berlín que se formó en 2020 para huir del aburrimiento. Con los ingredientes principales del punk, el garaje y la psicodelia (revueltos hasta crear una masa homogénea); figuras de guitarra que también harían un buen papel en la música surf, solos que alternan entre servir a la canción y hacer rodar las uñas de los pies, así como coros esponjosos como complementos, harán que se te salte el corazón.
Viernes
Escenario del sol