Dejaremos a Loriot en el palco por ahora. Se ha ganado a pulso su descanso, y en este caso se equivocaría. Antes no teníamos una tienda de oropel. Como es la más pequeña de nuestra colorida familia, sólo está celebrando su primer cumpleaños. Por este motivo, nos vamos a regalar no una, sino dos rondas de hip-hop (más adelante hablaremos de ello), y va a volver a ser bonito, colorido y educativo, porque los puestos de información y los talleres también están atracados en el rincón donde antes vivían los bajos salvajes. Por las noches, habrá karaoke, el sábado incluso con calefactor. Por último, por fin vuelve a haber serigrafía en el OBOA. Tráete ropa digna, por poco dinero puedes conseguir motivos chulos y posiblemente incluso un diseño de aniversario.